Termoterapia

La termoterapia o moxibustión es un tratamiento que forma parte de la medicina tradicional china. Consiste en calentar los puntos de los meridianos para mover la energía a través de ellos, con la finalidad de aportar analgesia, tonificar la energía y armonizar las emociones.

Existen muchas formas de termoterapia en la Medicina China mediante la moxibustión:

  • Puro de moxa: Utiliza las hojas pulverizadas, secadas y trituradas de la planta Artemisia abrotanum a la que se le da forma de cigarro denominado moxa. Se enciende este cigarro para calentar los puntos o zonas deseadas
  • Reionki: Se inserta un incienso de moxa (artemisa) fino dentro de un tubo de metal con el cual se ejerce presión sobre los meridianos y puntos de acupuntura, esta técnica permite calentar y masajear al mismo tiempo para deshacer nudos en la espalda y desestancar la energía en distintas partes del cuerpo.
  • Aguja calentada: se inserta un trozo de moxa (natural o carbonizada) en la punta de la aguja de modo que la aguja absorbe el calor y lo transmite al punto acupuntural o músculo, intensificando la acción de la acupuntura y aportando más analegesia a la zona.
  • Caja de moxa: se insertan trozos de un puro de moxa en una caja de madera destinada a sujetar estos trozos de puro encendidos, de modo que la moxibustión abarca una zona amplia del cuerpo (lumbares, vientre, zona dorsal...).

Beneficios de la termoterapia

La moxibustión puede ayudar a aliviar dolores musculares. Aplicada en los puntos correctos puede afectar también a dolores asociados a zonas más internas. En contraste con la acupuntura, con efectos similares, el efecto analgésico puede superar las 2 semanas de duración. Ayuda a tratar dolencias tan variadas como pueden ser, entre otras:

  • las articulares, como la artrosis o la artritis;
  • las dolencias por el frío, como la rigidez lumbar;
  • los dolores menstruales;
  • algunos problemas circulatorios.

Incluso, en el caso de algunos embarazos, se ha observado que la aplicación de calor en cierto punto hace que el feto cambie de posición. Se ha utilizado en las semanas previas al parto, consiguiendo que el bebé adoptará la posición adecuada.